LA ROPA
Los motivos por los que el hombre empezó a vestirse, han sido muy discutidos,
pudo ser por necesidad, por un motivo de ornamentación, por abrigarse, por el
afán de ostentación dignataria o por atracción sexual.
Parece ser que los primeros motivos que indujeron al hombre a complementar su
cuerpo, ya sea decorándolo con pinturas o tatuajes, con adornos de pequeños
elementos como joyas o amuletos, o con plumas y pieles confeccionadas, era para
cubrir las partes más sensibles de su cuerpo del frío o del calor. Pero lo que
sí es cierto es que no parece que el pudor fuera la causa primordial del
vestido.
La ropa no siempre ha sido igual, cada tiempo tiene su estilo como por ejemplo los 80s.
TODO CAMBIA CON FORME EL TIEMPO HASTA LA ROPA INTERIOR.

La ropa tiene un origen basado en las costumbres más arcaicas. La Biblia da un vínculo a la ropa con el concepto de pecado, hablando del pudor de los hombres desnudos. Más tarde, las variaciones climatológicas fueron las que posiblemente forzaron a la necesidad de cubrir sus cuerpos para estar protegidos. En la Edad de Piedra muestran como el hombre ya usaba algunas vestimentas compuestas de animales para protegerse del entorno y de las temperaturas más bajas. Más tarde, en Babilonia y Asiria (suroeste asiático en la antigua Mesopotamia), el traje tenía fines ornamentales a través de camisones con mangas para estratificar las clases sociales según el tono o color del tejido. Los hebreos vestían túnicas con mangas que se colocaban por encima y eran cubiertas con rayas a color. El traje de los fenicios era muy similar aunque más lujosos provistos de otro tipo de decoraciones que comenzaban a mostrar un tipo de valor estético profundo en la creación de vestuarios. Poco después, llegarían los romanos que comenzaron con las togas mostrando posteriormente una transición basada en la clase social. Los bárbaros, por el contrario, tenían mayor minimalismo en sus vestimentas.
En la Edad Media, los trajes europeos buscaban la simplicidad acorde al espíritu religioso como concepto. En el s.XIII el traje se volvió una pieza noble: los caballeros la usaban con media

ajustadas y las damas competían con tejidos ostentosos. Posteriormente, en el s.XVI y XVII el traje europeo evolucionó de diferentes formas llegando a tener trajes bordados a oro, de corte bajo, vestidos de seda rica y hasta seductores.